miércoles, 27 de mayo de 2009

PRINCIPIOS DEL SIGLO XX

A comienzos del siglo XX se inventaron varios inventos como la aspiradora, la lavadora o la estufa.
Vamos a ver las principales características de estos inventos más a fondo.

- La lavadora: es un aparato eléctrico, que puede ser electrodoméstico o de uso industrial, usado generalmente para limpiar o lavar ropa.
El inventor de la lavadora eléctrica tal como la conocemos hoy en día fue Alva Fisher. La primera máquina de este tipo apareció en 1901. Fisher, construyó una máquina que contenía un tambor, al cual se le echaba agua y jabones. Esta máquina era automática y funcionaba por medio de la electricidad. Así, Fisher conseguía lavar ropa, de una manera muchísimo más práctica, de lo que las personas de la época, estaban acostumbradas.La lavadora empezó una muy tímida popularización en los Estados Unidos ya en los años 20, aunque hasta finales de los años 40 o principios de los años 50 no es un artículo de masas. En la Europa desarrollada occidental, la extensión de la lavadora se produce, principalmente, después de la Segunda Guerra Mundial y ya a principios de los años 60 se convierte en un aparato cotidiano. Importantes firmas industriales europeas comienzan a fabricar ingentes cantidades de lavadoras; otras, incluso convierten a las lavadoras en su principal fuente de prestigio e ingresos (Kelvinator, Zanussi). La evolución, tanto estética como funcional, de la lavadora, ha sido muy importante, sobre todo en los últimos años, con la aplicación de la microelectrónica. En el aspecto estético, los electrodomésticos panelables, muy generalizados en los 80, han dado paso ahora a fórmulas modernas, a diseños curvos y estilizados, y a múltiples variedades de color.

- La aspiradora: En 1898, H. Cecil Booth, un joven inventor lleno de ambiciones, asistió a una demostración de un americano que presentaba una nueva máquina “extractora de polvo”. El aparato consistente en una caja metálica, provista de una bolsa de aire comprimido proyectaba aire sobre la alfombra. El polvo y la suciedad que levantaba caían dentro de la caja. Buena parte del polvo no se introducía en la caja y volvía a depositarse en la alfombra.
Durante varios días, Booth pensó en la succión. Comprendió entonces que el secreto consistía en encontrar el filtro adecuado, que permitiera el paso del aire pero retuviera el polvo. Con sus experimentos comprobó que el polvo parecía retenerlo adecuadamente un pañuelo de trama espesa. En 1901 patentó su aspiradora de polvo.
El primer aparato comercializado era enorme, de tamaño de un refrigerador moderno, con su bomba, su cámara de polvo, su motor y una carretilla para transportarlo. Para accionar la aspiradora, un hombre dirigía la carretilla mientras otro se ocupaba de la larga y flexible manguera. Y cuando más tarde se construyeron los primeros modelos para el hogar, todavía se necesitaban dos personas para manejarlos, generalmente el ama de casa y una hija.
Uno de los primeros encargos que recibió Booth fue limpiar con su aspiradora la vasta superficie alfombrada de azul dispuesta en la abadía de Westminster para la coronación de Eduardo VII en 1901. Durante la primera guerra mundial, Booth recibió el encargo de trasladar varias de sus máquinas al Crystal Palace, el famoso pabellón construido para la Exposición de 1851 en Londres. Los hombres de la reserva naval acuartelados en el edificio caían enfermos y morían a causa del tifus exantemático, y los médicos, incapaces de atajar el contagio, sospechaban que los gérmenes eran inhalados junto con partículas de polvo.