lunes, 1 de junio de 2009

1979: El grandioso CD

A finales de la década de 1960, James T. Russell inventó el disco digital compacto, hoy en día tan común en música y en informática. Este inventor fue excepcionalmente inteligente desde temprana edad. A la edad de seis años inventó un pequeño barco teledirigido. Se convirtió en físico y comenzó a trabajar en General Electric. Trabajando en esta empresa, fue uno de los primeros que utilizaron una pantalla de televisión en color y un teclado para comunicarse con el ordenador; además, fue Russell quien diseñó y creó el primer soldador por chorro de electrones. Era un gran aficionado a la música. Como tantos otros melómanos de aquella época, no estaba conforme con la calidad de los discos de vinilo que además se deterioraban. Trató de mejorar las agujas mediante la utilización de púas de cactus. Un sábado por la tarde, estando solo en casa, se puso a pensar en cómo mejorar el sistema de grabación de música y tuvo una inspiración brillante: se le ocurrió un sistema para grabar y reproducir sonidos que no tuviera contacto con el disco. Pensó que lo mejor sería utilizar la luz. Russell estaba acostumbrado a grabar datos digitales, pero en tarjetas agujereadas o en cintas magnéticas. Esta vez decidió utilizar la luz y la oscuridad para codificar los valores 1 y 0. Tras pasar años desarrollando esa idea, en 1970 logró el primer disco compacto. Se trataba de una placa fotosensible que podía marcar con una luz en puntos de un micrón de diámetro. Utilizaba el láser para leer el contenido de los puntos y un ordenador para obtener las señales electrónicas.

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